viernes, 22 de mayo de 2009

ENSEÑAR A GESTIONAR LAS FRUSTRACIONES

La violencia ha sido una manifestación permanente en la historia de la humanidad, pero su efecto destructivo es mucho mayor cuanto más inocente es la víctima, cuanto más injusta la desigualdad de poder del que la infringe.
La razón, las leyes y la ética han tratado de disminuir el poder de la injusticia y la violencia, aunque la ciencia y la psicología nos expliquen que las reacciones violentas pueden producirse en cualquier persona.
El problema de hoy en día es que se está banalizando la violencia, la muerte fingida o real retransmitida por las pantallas (tv, cines, videojuegos...). Los niños imitan lo que ven. Esos modelos harán mella en ellos si no hay un entorno familiar y social que contrarreste esa agresividad aprendida con afecto, normas y respuestas educativas tranquilizadoras y pacíficas.
Mientras denunciamos ese tipo de entretenimiento poco educativo conviene saber que lo más importante para contrarrestar la violencia en los niños, desde muy pequeños, es saber enseñarles a gestionar las frustraciones. Me explico:
Cuando un niño (o una persona adulta) tiene una necesidad real, un deseo o un interés en algo y no lo consigue cuando lo requiere siente el efecto de la frustración. Inmediatamente suele tener dos opciones:
a) Culpa a otro: acusa, desprecia, grita, rompe, agrede a quien tiene más cerca (violencia hacia otros)
b) Se inculpa a si mismo: se entristece, llora, se aisla o se autoagrede, somatiza (violencia hacia sí).

Lo que los padres y educadores debemos saber es que ninguna de las opciones es la adecuada. Para ello debemos enseñar al niño, desde muy pequeño, a través de atención, apego y preguntas a "conocer" sus necesidades reales y sus deseos. Mostrarles el camino postivo para conseguir algo bueno y deseable, o la renuncia de algo no adecuado. Que aprenda a quererse distingiendo sus errores a eliminar. Que sepa que la superación pasa casi siempre por la paciencia, el esfuerzo y la constancia. Que nunca le faltará el cariño de sus padres. Que podrán crecer, aprender y lograr lo que se propongan en la vida si es bueno para ellos o ellas.

La violencia se contrarresta con cariño, autocontrol y empatía, saber ponerse en el lugar del otro, es decir: con inteligencia emocional.

Pedro Molino

lunes, 4 de mayo de 2009

REFLEXIÓN SOBRE VIOLENCIA INFANTIL

Buenas tardes. He recibido una invitación en mi email para participar en este blog, lo cual me parece formidable. Mi nombre es Miguel Angel MArtinez CAntillo, y soy maestro de educación infantil en el CEIP Blas Infante, de Alcala de Guadaira, el blog al que se hace referencia en el mensaje anterior, lo he elaborado yo con mis alumnos de cinco años. En un primer momento la finalidad del blog era acercar al alumnado al mundo de las nuevas tecnologías al mismo tiempo que se iban entusiasmando con este proyecto, fomentando la lectoescritura a través de la elaboración de cuentos propios. El "problema" ha venido cuando los niños por su sola imaginación han realizado unos cuentos con unos tintes bastante elevados de violencia, he recibido varios comentarios pidiendome que opinara a este respecto. En mi blog doy mi punto de vista en el que insisto en el papel de la sociedad, la televisión, el entorno y la escuela en la educación de los niños. No podemos utilizar la televisión como la niñera mágica que hace que mi hij@ no me moleste mientras duermo la siesta o mientras hago la cena,... hay que tener cuidado con el contenido de los programas que ven los pequeñ@s, ya que hoy día, por desgracia, los dibujos animados no son todos para niños. Sin ir más lejos basta con poner un ejemplo: shin chan, no estoy seguro que se escriba así, en la que se enseña a ser grosero, mal educado, a burlarse de sus papas,.....



Con todo ello quiero decir que si los niños expresan esta violencia, normalmente, es porque la ven en algún medio. Es verdad que un niñ@ es una esponja, pero debe absorver de algún lugar, y ese lugar es el que debemos cuidar entre todos.



Gracias a tod@s y estoy a vuestra disposición

La violencia en la vida de los jovenes.

En un foro de un colaborador/profesor se expone la existencia de mucha violencia en algunas lecturas y juegos para niños y jóvenes, este es un tema importante, podemos iniciar un pequeño debate de como los padres debemos conducir esto en el aprendizaje de vida de nuestros hijos, es por ello que os invito a opinar sobre el tema y a proponer formas de actuación ante la violencia que existe en la vida de nuestros hijos, la violencia no se puede erradicar pues forma parte de nuestra sociedad pero como padres podemos mitigar su influencia o reconducirla.

El blogs de este profesor se puede visitar en www.plasmamosnuestrasfantasias.blogspot.com

miércoles, 15 de abril de 2009

Para crear normas

Antes de elaborar normas, hay que tener presente que se pretende conseguir o solucionar con ellas, hay que destacar los problemas que dificultan la convivencia o el origen de estos. Por tanto es imprescindible el IDENTIFICAR LOS PROBLEMAS.
una vez hecho este primer paso, debemos plantearnos los objetivos que queremos alcanzar con la elaboración de las normas. este sería el segundo paso.
por último, el paso definitivo, elaboramos las normas. estas deben tener una serie de características para que puedan ser aceptadas por todos:
  1. Tienen que ser justas, tienen que ayudar a logra el bienestar de todos sin exclusiones.
  2. Tienen que ser claras, precisas y prácticas. Si son complicadas y su aplicación es difícil no tienen sentido hacerlas.
  3. deben ser acordadas y asumidas por la mayoría o por lo sujeto que van a ser objeto de ellas.
  4. Todos, sin excepciones, deben cumplirlas y deben existir "sanciones" proporcionadas a su incumplimiento

límites de horarios saludables

Con respecto a los horarios de salida de nuestros hijos surgen verdaderos problemas. Si les decimos alas 11, nos dicen: a fulanito le dejan hasta las 12, y sin averiguar si es cierto aceptamos con tal de que no vuelva solo. El otro le dice lo mismo a sus padres y así nos manejan a su antojo.
Tenemos que tener en cuenta que no es normal que los menores de edad salgan de casa cuando nosotros ya casi nos disponemos a ir a domir. En nuestras manos está el cambiar este hábito e inculcarle otros más saludales. Debemos poner límites razonables a cada edad y si nos chantajean con que tendrán que volver solos y si le ocurre algo será por nuestra culpa, tenemos la opción de ir a recogerle(dos calles antes eso sí, "porque si te ven sus amigos se mueren"). Si evitamos que los menores estén en la calle después de las 12 estaremos velando por su salud, ya que las peleas y enfrentamientos suelen ocurrir después de esta hora. Tenemos la obligación de cuidar de ellos y aconsejando salir más temprano, ya que está todo abierto, cuidamos de su vida. La noche incita más al consumo de alcohol y tonteo con las drogas. No es nada fácil pero se puede conseguir si somos constantes y no somos perezozos, porque hay quien les deja por no tener que ir a recogerlos.